El objetivo de la diatermia es incrementar la temperatura del tejido del área lesionada, por medio de un campo magnético o eléctrico, para acelerar los procesos de curación del cuerpo. La técnica ayuda a la mejora del riego sanguíneo, el aumento de la oxigenación, la contribución a la regeneración celular, la reducción del dolor y la mejora de la calidad del tejido miofascial, contribuyendo así a aliviar y solventar la dolencia; en definitiva, a una recuperación más completa y rápida.